28.9.06

Entre rebautismos y adopciones

El lunes pasado asistí a mi primera clase del nivel III de Italiano. La verdad es que quedé en este grupo de chiripa, porque como siempre, dejé todo para última hora, y parece que este año a todo el mundo le dio por seguir el curso (porque el año pasado el tercel nivel era el menos solicitado). Cuando llegué al aula (ahogada porque las escaleras del Instituto: cónchale son interminables!!!) lo primero que se me sale cuando le hablo a la profe es un saludo en Holandés, y trato de corregirlo y me sale mitad Italiano mitad Holandés, la tipa me mira con cara de pocos amigos, y yo que me bloqueo y solo me sale algo en venezolano, que ya no recuerdo, en un intento absurdo por saludar en Italiano, tremendo comienzo pensé yo, pensará que me equivoqué de grupo...





Me siento, y saco el montón de libros que llevo a la clase, y los pongo en la mesa, bien esparciditos para así por lo menos aparentar que algo debo saber... al ratico se me sienta al lado, un holandés que dice llamarse ROBERTO, y me empieza a interrogar de cosas que sinceramente no puedo contar bien ni en mi propio idioma, intento responderle en italiano y de buenas a primeras me siento agobiada, porque era incapaz de explicar nada de nada... Llegó un momento en el que solo veía que su boca se movía y de pronto vi como si algo le empujara lejos de donde yo estaba, sí, sé que no estaba pasando y él seguía allí, interrogándome, pero mi mente me volvió a jugar una mala pasada y yo al chamo le veía lejos y no le podía entender nada de lo que me decía... Sudando y con la respiración sin normalizarse, no sé en que momento volví a ser gente, y de repente, un milagro volvió a pasar en mi vida, y en algunos segundos comencé a comprenderle... sí!!! Me preguntaba mi nombre!!! Y lo le podía responder!!! Pero se me quedó la cara de ponchada en cuanto el tipo me lanza la pregunta: pero cuál es tu nombre en italiano? Porque yo no me llamo Roberto, a mi me pusieron así la semana pasada porque la profesora dice que todos debemos tener un nombre que suene bien en Italiano (eso lo había dicho ella en la primera clase a la que yo no asistí...) entonces mis nervios volvieron a atacarme, y cuando ya casi que me desmayaba me acordé de ese segundo nombre que mi mamá me puso y que casi nunca uso porque mezclado con el mío suena un pelín raro, mira por donde y le encontré un uso: TERESA, le dije ese es mi segundo nombre. Teresa? Dijo mi profe, sí, suena muy italiano muy bonito (para que después digan que un segundo nombre sobra...)
Finalmente mis neuronas empezaron a funcionar poco a poco, y recordé lo poco o mucho aprendido en estos últimos dos años de curso, y empecé a soltarme con esa lengua (era yo de nuevo!!! jijijiji) Y finalmente el Roberto fue bombardeado por mis preguntas y me contó su motivo para estar en el curso, resulta que nació en Italia, y se quedó huérfano de padre y madre, terminó en un orfanato y con el tiempo fue adoptado por Holandeses, él decidió aprender el idioma de sus padres italianos para poder acercarse más a la cultura en la que nació y siente que pertenece a medias, aunque el destino le llevó a otro lado, cosa de lo cual está muy orgulloso porque con sus padres holandeses y en Holanda ha sido siempre muy feliz, a este punto del cuento ya yo estaba llorando, se me salieron las lágrimas y le expliqué que yo no era tan sensible (a quién pretendo engañar? soy una magdalena, y quién no con una historia así???)
Me dijo que él era rico en culturas, porque tenía la holandesa por adopción y la italiana por naturaleza, así que el aprender italiano le acerca más a su objetivo: conocer como sería su familia de nacimiento si aún existieran (Dios, como pensé en mis padres y volví a agredecer por ser su hija)
Yo le dije a él (intentando poner algo de humor entre tanto lagrimeo) que la tiene un pelín fácil porque si hubiera sido venezolano y tuviera que acercarse a nuestra cultura, lo habría tenido más peluo (difícil, quiero decir) tendría que haber aprendido castellano pero venezolanizado (ná peluza), luego nuestra música que es extensa, los chistes con doble sentido , los refranes!!!, entender al Conde del Guácharo en vivo desde Miami o Tucupita, saber que una cola no es lo que pensábamos hasta intentar llegar de Chacao a La Paz en horas pico, que tenemos miles de formas para decir te quiero y que podemos ser felices aunque estemos a primero de mes y ya nos hayamos gastado la quincena....

Pensé por un segundo, que era muy afortunada, no sólo por nacer venezolana sino por no tener que re-aprender a serlo...

De Peligro a Pele el Ojo (o como el venezolano usa refranes para explicar lo inexplicable) : uno no elige donde nace, pero sí donde quiere pertenecer.

6 comments:

Jackie said...

Querida Magdalena
Disfruté mucho tu post y me siento identificada. No saber qué patuque tengo en mi cabeza con el francés, el inglés y el español. Me da mucha envidia que estés aprendiendo italiano, yo me muero por hacerlo, pero primero tengo que salir de la estopa idiomática donde estoy metida.


Otra Magdalena.

Adriana said...

Magdalena,
Ya tienes nombre nuevo y es perfecto, porque eso de Godot no te calza: ya Jackie te bautizo (no era apropiado que alguien lo hiciera en un post llamado 'rebautismo'?) y yo salgo de safrica y refistolera -cuando no?- a apoyar entusiasta la mocion.
Me tienes muerta de risa imaginandote tratando de no llorarle encima al holandes-italiano que te estaba echando los perros (soy una mal pensada o esta clarisimo?).
El piropo que me hiciste en el blog acerca del complot es inolvidable, sali corriendo a contarselo a mi mama. Un millon de gracias :)
Besos!

Waiting for Godot said...

Hola!
Gracias por el re-rebautismo! Jijii, Magdalena! Me tendré que acostumbrar...

Jacqueline,
Gracias por sentirte identificada, eso me da ánimos porque al final siento que no soy la única que pasa por esas cosas locas de no saber que más se habla, por hablar distinto cada vez...

Adriana:
A mi fue a la que me hiciste pensar mal en la última clase porque no estaba segura si al tipo le gustaba o no, jajaja y ya me da corte hablarle...
Lo del piropo, como te dije en tu blog, me salió der arma mesma y me encanta saber que te gustó.

Suerte para todas y gaceta hípica, que pa todo lo demás está Mastercard.
:)

Erick Bruna. said...

Que divertido y anecdotico lo que te pasa, mi estimada Magdalena, me gusta tu estilo que lo cuentas. que bueno que estes estudiando Idiomas, eso me hace falta.

Waiting for Godot said...

Erick,
Gracias por visitarme de nuevo, la verdad es que usted es la tercera persona que me llama Magdalena y creo que a la tercera va la vencida.. Así que como que me queda el apodo...
Sí, yo estudio idiomas, eso no está demás, hablar un idioma nuevo es como descubrir el mundo cada vez.
:)

Gloria said...

Que bonito que valores no solo tu origen sino el haberlo experimentado tu misma y no tener que reaprenderlo. Esto me llega porque mi hija si va a tener que reaprender lo que es ser venezolana. La historia de Roberto es realmente conmovedora, no te veo como una magdalena, eres una .. Teresa muy sensible. Saludos.