29.8.08

Ser universal

Hay una certeza que tengo hace tiempo y el leer a mi Nany esta mañana me lo confirma.

La gente que emigra, sin quererlo o no,se convierte en un ser universal. Pero yo hablo de aquellos que emigran de verdad, que se llevan a su patria en el corazón y se meten en la nueva patria con los pies y el alma.

Cuando me vine a Holanda a vivir, yo era sólo venezolana, nacida y criada en Venezuela, amaba a mi tierra tanto como ahora aunque debo reconocer que tenía menos conciencia de ese gran amor que le tengo, pero siempre me sentía venezolana, únicamente venezolana.

Recuerdo a un amigo, hijo de chilenos, que trabajaba conmigo en Venezuela, antes de venir a vivir a Holanda me dijo que cuando emigrara yo no iba a ser más de ningún lado, porque con los años yo ya no sería una venezolana en mi tierra, ni una holandesa en Holanda. Debo reconocer que sus palabras entraron en mi alma de una forma rara, sembrando miedo.

El tiempo es el único que nos dice finalmente como son las cosas. Y nisiquiera con aquella afirmación tan rotunda de mi amigo ha hecho una excepción, porque a pesar de toda la lluvia que ha caído entre esas palabras y este post de hoy, me alegro al ver que sus palabras no han resultado tan ciertas en mi caso, yo no dejé de ser venezolana, soy holandesa y venezolana a la vez, así me siento, de esos dos lados y a la vez del mundo porque compartiendo mi vida con un español, finalmente tengo un poco de España en mi corazón también (un poco que pesa mucho y es de gran importancia).

Osea, soy Universal.

No me divido entre países ni añoro lo que dejé, porque yo no he dejado nada. He ganado viniendo de donde vengo y viviendo aquí, he mezclado las cosas buenas de los dos lados y me he hecho universal. Universal en el sentido de saber que no necesito estar físicamente en un sitio para sentirme de allí, que estoy hecha de aquello que he aprendido viviendo en donde vivo y de haber vivido donde he vivido. Eso responde al porque me siento como si hubiera salido sólo ayer de Venezuela cada vez que vuelvo, de no sentirme rara en mi tierra sino como si fuera ayer que decidí ir a ver que me ofrecía el mundo.

Me siento tan venezolana como ayer, a la vez holandesa y con tanto camino recorrido lo suficientemente universal para saber que nunca dejas de pertenecer a los sitios donde has amado, llorado, bebido y comido rico

Besos para todos. Se les quiere mucho. Feliz fin de semana.

26.8.08

"Yo quiero ser...

Feliz. Lo más que se pueda"

Eso es lo que Luisa había escrito en la redacción que la Maestra de tercer grado les había hecho escribir como ejercicio de la clase.

Veinte años después de aquella redacción, Luisa se reía contándole la historia a Bernardo, su amigo Mexicano, mientras escuchaban rancheras juntos con un tequila que Bernardo había traído de México.

La Maestra me llamó a su mesa con enfado Bernardo, amigo sinceramente me asusté, recuerdo que caminé con las piernas temblando hacia su escritorio.

"Luisa!", me gritó, sí, así como te lo cuento Bernardo, me gritó para luego decirme "porqué sólo escribiste una línea en la redacción sobre lo que quieres ser, había dicho muy claramente que quería 10 líneas mínimo y un máximo de 15, una no es suficiente"

"Maestra" , respondí muerta de miedo Bernardo, "usted preguntó que quiero ser cuando sea grande, y le he respondido lo único que quiero ser y eso hace una línea, porque yo lo quiero es ser Feliz. Lo más que se pueda"

Todos mis compañeros rieron al unísono. La Maestra se enfadó todavía más y me puso como castigo escribir 500 veces la oración: "Debo hacer lo que La Maestra me dice" y así, no pude asistir ni al primer, ni al segundo recreo, estuve toda aquella mañana escribiendo las benditas oraciones, La Maestra se quedó conmigo una hora más luego de clases porque ella quería salirse con la suya y que yo cumpliera el castigo. Mi mamá la pobre se quedó esperando toda la hora, apenada porque siempre le hacía pasar esos malos ratos en la escuela, malos ratos por rebelde, según aquella Maestra.

Ya sonaba La Ranchera "Te Solté La Rienda" y Luisa y Bernardo habían detenido el cuento para brindar y cantar juntos.

"Entonces mijita, escribiste las 500 oraciones o qué?" preguntó Bernardo.

"Bueno, en realidad le escribí 501 oraciones"

"501? pos como así?"

En las primeras quinientas escribí lo que me había impuesto:"Debo hacer lo que La Maestra me dice"

Y en La 501 le puse una ñapa:" Pero quiero ser Feliz. Lo más que se pueda"


Veinte años después, a pesar del castigo impuesto, Luisa se seguía saliendo con la suya, mientras bebía Tequila oyendo Rancheras y cantándolas con su amigo Bernardo, era Feliz, lo más que se podía.


Besos para todos. Feliz Semana.

20.8.08

Señales, Lotería, Teléfono

Cuando era pequeña siempre acostumbraba a interpretar señales. Pero no señales de tránsito, esas hasta el día de hoy no las domino bien y no me da verguenza reconocerlo, la verdad sea dicha.

Yo me refiero a señales de la vida. Aprender a leerlas me tomó tiempo pero llegó un momento que las dominaba como si yo hubiese nacido para interpretar el mundo con todo lo bueno y lo malo que aquello conlleva.

Digo lo bueno porque siempre me anticipaba a cosas que nos beneficiaban a todos y malas porque las desgracias las veía también con tiempo (aunque eso no me permitía prepararme con tiempo porque para lo malo uno nunca está preparado así lo vea con años de anterioridad)

Era por eso que podía ver números que saldrían en la lotería, predecir que llegaría visita inesperada hasta con un día de anticipación (lo cual preparaba a mi madre para recibir lo inesperado de una manera esperada), saber si todo iría bien incluso con una tragedia grande de por medio (lo cual siempre aliviaba a mis padresporque si yo lo decía así sería), saber las notas exactas que sacaría en cada materia de la escuela y con cuáles debía tener cuidado (cosa beneficiosa en una etapa escolar), entre otras muchas cosas, pero también estaban las malas, aquellas que no me atrevía a decir, como aquella vez que supe que la mejor amiga de mi abuela moriría, no le dije nada a mi abuela porque aquella parte mía tan acertiva de pequeña no venía bien cuando hablaba de cosas malas, es por eso que cuando la señora murió ( unos meses después) y vi a mi abuela tan triste, me alegré de haberme mantenido calladita porque lloró tanto mi abuela que supe que de alguna forma le había ahorrado meses de lágrimas y sufrimiento.

Hablemos de la lotería, saber el número que saldrá en la lotería en Venezuela es quizás una de las mejores cosas que te puede pasar, la lotería es muy importante en nuestro país, allí casi todo el mundo cree que su vida puede cambiar con un número (incluyéndome), de alguna manera yo se las cambiaba muchas veces, en pequeños o grandes montos dependiendo del día, las ganas y La Panchita, La Panchita es una tira cómica que aún hoy en día sigue apareciendo en un periódico venezolano , es una tira cómica un poco erótica,vista con mis ojos de adulta, pero con mis ojos de niña veía a una mujer donde por todos lados aparecían números y yo sabía exactamente al verla qué número me decía con toda su anatomía.

En aquella época mis padres no se andaban con esos rollos existenciales de los traumas que ver cosas semi eróticas pueden causar en los niños, y lo agradezco, es por ello que yo veía por muchos minutos esa Panchita diaria buscando un número con el permiso de mis progenitores que sin interesarse mucho por la psicología infantil finalmente usaron la mejor y me hicieron crecer sin traumas, viendo números donde todos los demás hijos de padres que se leían libros y libros de psicología veían solo tetas.

Así, tengo flashes en mi memoria donde me veo de niña sentada en las piernas de mi madre, con vecinas haciendo cola esperando por un número y yo con la panchita en la mesa señalando lo que veía, viéndolas a todas salir corriendo a por el número que en pocas horas ya se había vendido todo por la zona donde vivía. Mis padres jugaron muchas veces y muchas veces ganaron, los premios que más me gustaba repartirles era en la víspera de navidad, pero ese mérito me lo llevaba yo con mi padre que de tanto estudiar números de contabilidad en la vida, también los podía anticipar, casi siempre la pegábamos y en mi casa llegaba navidad cuando la lotería de Caracas o del Táchira anunciaba el número que compraba en casa muchos regalos y buena comida.

Ese don muchas veces no es tan divertido, pensarán ustedes que me contradigo porque al ver las cosas tan claras debería haberme generado mucha diversión sabiendo lo bueno que me venía con tiempo, y sí, en eso les doy la razón, esa parte es divertida, pero está la otra, la de las cosas malas que hoy en día muchas veces veo con tanta claridad como las buenas. Igual que cuando era niña. Y es que cuando eres grande la conciencia de lo malo adquiere un significado más importante y por lo tanto, es más doloroso.

Uno de los ejemplos más recientes que tengo, y que puedo contar, fue en Febrero de este año, estando en casa de mi abuelo Valentín le dije que debía poner una línea telefónica para así poder llamarle, el viejito me miró extrañado porque todos sabemos que él nunca ha necesitado una línea en casa porque su vecina que toda la vida ha tenido un teléfono siempre le insistió que mientras ella viviera él podía recibir todas las llamadas en su casa, lo cual implicaba que la amable señora cada vez que a nosotros nos daba por llamar tuviera que salir corriendo a la casa de mi abuelo y gritarle que tenía una llamada (lo de correr era porque las llamadas siempre venían de otra ciudad o de otro país como en mi caso). Cuando mi abuelo llegaba a su casa (y mi abuela Paulina cuando vivía) ella les recibía con una sonrisa y el teléfono en la mano mientras les decía es fulanito o menganito desde Caracas, desde Acarigua, desde Holanda. Siempre admiré su facilidad para pasar las llamadas como si ella fuera la recepcionista de mis abuelos y no haber contestado ni una sola vez con mala gana desde que yo tengo uso de razón y usamos esa línea para comunicarnos con nuestros abuelos.

Por eso la cara de mi abuelo fue un poema al verme insistiéndole en poner una línea en su casa. "Yo tengo teléfono mi negra", me respondía, "a mí no me hace falta poner uno en esta casa"

Unos días después la vecina murió.

Y mi abuelo ya tiene su propia línea.

15.8.08

Amsterdam y la música

En estos momentos estoy trabajando desde casa.

Mientras trabajo escucho música clásica y rancheras alternativamente, los obreros de la construcción que trabajan en el edificio que están construyendo en la parte de atrás de mi edificio, ponen esta música mientras trabajan.

Cada viernes por la mañana, alrededor de las nueve, el chico que conduce el camión que recoge la basura de mi calle siempre llega escuchando ópera con un volumen que alegra todos los corazones. La ópera que elige cada viernes (o la que suena justo cuando pasa por mi calle) está super bien seleccionada, por lo menos para mí que tampoco es que entienda mucho, pero me suena maravillosamente.

Por ese chico espero yo todos los viernes, a las nueve me ven como un clavel en mi ventana esperando lo que yo considero mi serenata privada, ya les conté el año pasado en este post el porqué de mi debilidad por la gente que se dedica a trabajar recogiendo la basura en Amsterdam, además de los motivos obvios que explicaba en aquel post, es porque realmente he descubierto en este gremio y en el de la construcción gente muy especial (aunque los que recogen la basura van ganando en mi lista entre piropos y serenatas).

El chico que todos los viernes escucha ópera (o me trae mi serenata, como lo quieran ver), recoge la basura con un sistema electrónico que se dedica a desenterrar los contenedores subterráneos donde se almacena la basura en mi calle, y con ese control remoto saca el contenedor y lo abre sobre el camión donde toda la basura va a parar, una vez terminado sigue su camino, conduciendo su camión, escuchando alguna pieza que hace su trabajo (y el mío porque cada viernes trabajo desde casa) muy agradable.


Muchos besos.Feliz fin de semana para todos.



Por cierto, a todos los que leyeron el año pasado mi post de John Bedankt en honor a los que recogen basura en las calles de Amsterdam, les debo un segundo post explicándoles como les han impuesto multas a estos fabulosos señores que además de limpiar nuestras calles nos piropean, por ese mismo motivo, por piropear me los han multado... y es que a las holandesas aquello no les gusta tanto, pero ese cuento merece un post completo que vendrá y pronto!

12.8.08

La ventana discreta



Que tan equivocados podemos llegar a estar, si
pensamos que todo lo que vemos es todo lo que hay.





Caminaba por mi calle, regresaba de cenar con unos amigos, serían quizás las dos de la mañana, la luz de la calle llenaba el aire de melancolía, una de esas melancolías que a muchas almas les podría dar tristeza, pero a mí no, no en ese momento.

Al llegar a la esquina observé a través de su ventana a uno de mis vecinos,estaba sentado frente a su computadora, escribiendo algo, me le quedé viendo y sólo le quité la mirada de encima al darme cuenta que me estaba pasando de indiscreta, en realidad tampoco pecaría de serlo, porque es indiscreto aquel que entra sin que alguien le dé permiso para entrar y en Holanda de alguna forma te lo dan,digo, el permiso de mirar.

Aquí casi nadie cierra las cortinas de sus casas, en mi calle hay muy pocas casas donde no puedes ver claramente el interior,la mayoría de las casas están abiertas al mundo, lo que no quiere decir que el mundo pueda entrar tan fácilmente en ellas.

Los holandeses muestran el mundo de su casa, dejando abiertas sus cortinas, cerrándolas solo lo necesario y dejando claro que en esas cuatro paredes no hay nada que esconder. Muchas casas nisiquiera tienen cortinas.

Es por ello que puedo llegar a ver a mi vecino mientras teclea algo en su computadora, a mi otro vecino en la ducha, a mi otra vecina mientras cocina para su novio, a mi otra vecina mientras lee un libro todas las noches o el vecino que juega con sus hijos sin parar, ellos también me ven a mi, desde sus mundos, el mío se les hace cercano.

Pero no es una ventana indiscreta la que vemos, tampoco nosotros lo somos porque como bien expliqué nos dejan mirar. Es una ventana discreta, discreta porque vemos muchas cosas pero no llegamos a verlo o saberlo todo, como ellos tampoco lo ven o saben todo de mí.

Miramos hasta donde se nos permite y dejamos ser mirados en la misma medida. Y aquel que no haya vivido en una sociedad como ésta, quizás le cueste entender que se puede ver mucho y a la vez saber tan poco.

Yo no sé que hacen o a que se dedican la mayoría de mis vecinos, tampoco me interesa, me conformo con aquello que pueda observar así como ellos se conforman con lo que muestro yo. Cada quien desde su lado de la ventana, cada quien con su vida.

Como la vida misma.

De Peligro a Pele el Ojo (o de como el venezolano usa refranes para explicar lo inexplicable) : "vivir y dejar vivir"

7.8.08

Bella

Esta mañana llegando a la oficina, er pisha de cai me pasó un link por email, era un link de youtube. Lo abro y me encuentro que es la canción de Jovanotti que más me gusta (y miren que es difícil decidirse por una) es la canción BELLA. Y así comenzaba mi día.

Casualmente hoy se cumple un año más desde que me dieron mi primer beso, ese es el motivo por el cual Agosto siempre me sabe a besos ricos, tal cual como se los contaba aquí el año pasado.

Tanto ha llovido desde ese primer beso hasta hoy, pero esta mañana al recibir el link de esa canción que siempre me habla de grandes amores, me sentí igualita que aquella niñita a la que besaron un día 7 de Agosto por primera vez hace tiempo ya. Me sentí afortunada, afortunada de saber que no importa el tiempo que pase, mi corazón late con mucha fuerza, aquel 7 y este 7.

Lo importante de amar, es que el amor cada día te descubra como si fuera la primera vez, como si todos los días fueran Agosto y siempre te supieran a besos ricos.

Justo ayer pensaba nuevamente en la vida, las cosas raras que te pasan, como si estuviéramos metidos en una película, cambian los escenarios, la música, los co-protagonistas y es increíble como nosotros, los protagonistas (porque todos somos papel principal en nuestra propia vida) podemos mantenernos sintiendo lo mismo, siendo los mismos, queriendo con la misma intensidad, que nada nos haya nisiquiera quitado un ápice de la capacidad para que todos nuestros corazones latan por los mismos motivos que lo hacían cuando recibimos nuestro primer beso.

Tiendo a pensar que los guionistas de nuestras vidas nos reparten los sentimientos y nos los dejan grabados para siempre, intactos,varían los diálogos, la manera de pensar, de reaccionar ante ciertas situaciones, pero los sentimientos parecieran que nos lo tatuaran en los guiones de la vida, porque esos no cambian nunca.

Y eso lo sé porque la película Dumbo me hace llorar hoy igualito que me hizo llorar ayer y Agosto me sabe a besos ricos, hoy, tanto o más que ayer.

Besos ricos para todos. Siempre.

Aquí puedes ver el video y escuchar la canción que me mandó

4.8.08

Envidia


Conversando con una compañera del trabajo, salió el tema de la envidia, después de discutir un rato nuestros puntos de vista al respecto, me lanzó una frase de la cual me costó recuperarme:

Con la envidia se nace o no se nace, eso no se aprende. Hay niños que vienen al mundo con eso ya aprendido.

Mi cara fue de total asombro y sin respuesta alguna ante semejantes palabras disfrazadas como siempre de "verdad absoluta" que mucha gente acostumbra a decir antes de pensarlas.

Al llegar a casa recibo de mi cuñado las fotos semanales de mi sobrina (me tienen consentida enviándome cada semana decenas de fotos de mi bella princesa) y mientras miraba babeada una foto tras otra, pensaba en aquella frase de mi colega, y sonreí al pensar que solo era eso, una frase, porque en la realidad estos chamos que vienen al mundo y alegran nuestras vidas, lo único que pueden traer consigo es alegría, amor y miles de cosas bonitas, pero envidia? Solo hay que verles la carita para darse cuenta que de eso nada de nada.

O no?


(pincha la foto para verla más grande)

Feliz Semana!