13.4.12

Se trata de saber sentir, de saber querer

Hoy hablaba con un amigo al que conozco desde hace muchos años y con el que últimamente puedo hablar pocas veces al año porque nuestros ritmos de vida casi nunca nos hacen coincidir, aunque siempre estamos pendientes el uno del otro a través de emails o mensajes de texto.

Hoy hablamos durante un buen rato.

Filosofando un poco de como se han desarrollado nuestras vidas desde que nos conocemos él llegó a una frase para definir la posible razón por la que estamos donde estamos y somos como somos (copio exacto lo que me dijo):

¨yo vivo tratando de entender las cosas, es mi placer,
tú vives sintiendo la vida, es tu placer¨

Me impresionó su manera de definirnos, definitivamente demuestra que lo suyo es intentar entender, y lo mío es el sentir, siempre he sentido que él es un hombre bueno y un gran amigo, por eso le quiero. Nunca he intentado razonar el porqué nuestra relación se mantiene tan buena por años aunque en los últimos tiempos nos veamos como máximo una vez al año  pero al reencontrarnos es como si el tiempo no hubiese pasado. Sólo siento que es un buen amigo y debo quererle, no intentar medir su amistad con las horas que me dedica, o por si se acuerda de mi cumple o no, o por los detalles que tenga  a cambio de los detalles que yo tenga con él o, lo más bueno de la amistad que nos une: que yo NUNCA debo tener cuidado con lo que le digo por temor a que se ofenda. Me hace sentir tan bien saber que no debo andar de puntillas con su amistad que eso me libera, porque es sólo sabiendo amar de una manera libre la que hace que queramos de verdad.

Todas aquellas personas que ponen reglas o deberes en las amistades creo que nunca sabrán lo que es una verdadera y están condenadas a perder las pocas personas que alguna vez puedan llegar a quererles, porque estando de puntillas en una amistad hace que de vez en cuando te caigas y no quieras levantarte para continuarla. Porque la gente también se cansa.

Las pocas veces en esta vida que he probado entender el porqué de las cosas, lo he pasado muy mal, alguna vez concluí que prefiero verme a mi misma como un río, dejándome llevar, porque allá donde menos lo espere  estará un salto de agua enorme o un mar donde me mezclaré, pero siempre seguiré fluyendo, así que prefiero dejarme llevar y no razonar tanto el porqué pasa lo que pasa y porqué las cosas no son como quisiera que fueran, porque este río, que soy yo, más adelante se enterará cuando llegue al mar que la vida me tiene preparado y deba saltar la cascada de las buenas cosas que me esperan.

Quizás en cierto modo busco protegerme a mi misma viendo la vida de esta forma. Quién sabe.

Este año pasado me he dejado llevar por otras aguas lejos de este blog, pero he vuelto y estoy feliz de estar. Así que sin pensarlo, sólo sintiéndolo, he decidido volver a escribir por este medio.

Besos para todos.

P.S. La foto la tomé en Cádiz