17.10.10

¿Cuál es tu mina?

En uno de los viajes que er pisha de cai y yo nos hemos regalado después de la boda, llegamos hasta una de las maravillas naturales de esta tierra, Las Cataratas de Iguazú. Un espectáculo. Tanto como lo fue estar hace algunos años en el Salto del Ángel en mi país, Venezuela, y como fue visitar La Patagonia argentina este mismo año también.

Las Cataratas de Iguazú tienen dos lados, uno argentino y otro brasilero. Nosotros estuvimos en los dos. Fue estando en el lado argentino que conocimos a una pareja de sevillanos con los que vivimos de cerca presenciar esas cataratas por primera vez en nuestras vidas, en el recorrido para llegar a ellas el chico y yo conversamos un buen rato, hubo un buen feeling entre él y yo y creo que le inspiré la confianza suficiente para confesarme el motivo de su visita a ese lugar tan mágico: hacía algunos años que le habían detectado un cáncer que le había hecho pasar un período terrible de quimioterapia y llanto, de desesperación por no saber si sobreviría o dejaría a sus tres hijos pequeños huérfanos y a su esposa viuda con lo justo para vivir el resto de sus vidas, “qué fuerte pisha” cómo dirían en mi Cádiz.

En uno de esos días duros de quimioterapia, con el ánimo en el piso, decidió navegar por Internet para distraer al demonio que se te mete dentro cuando crees que lo has perdido todo, fue así que dio por casualidad con las Cataratas de Iguazú y en ese instante, maravillado por las fotos que veía, decidió aferrarse a ese cable ardiendo y prometerse a sí mismo que no sólo sobreviviría al cáncer sino que al hacerlo su primera misión de nueva vida sería visitar junto a su mujer esas Cataratas. Se comprometió consigo mismo que si lograba vencer a la muerte esta vez, viajaría más para ver todo lo que hasta ese momento se había perdido. Y allí estaba yo, caminando al lado de ese hombre que había ganado esa batalla, en su recorrido hacia el lugar que de alguna manera le había salvado. Sin buscarlo,yo era testigo de un milagro, no del milagro de alguien que se salva de la muerte, sino de alguien que abre los ojos y decide vivir sin importar cuánto le quede.

Cuando le conté al pisha de cai lo que había sucedido con este hombre, me dijo lo que él ya sabe hace mucho tiempo, que no entendía el porqué la mayoría de las personas sólo comienza a vivir cuando la muerte toca a su puerta. Cuándo la experimentan tan de cerca que se dan cuenta que es tan real, que te puede tocar incluso a ti. Lo paradójico es que la mayoría de las personas deciden vivir de verdad sólo cuando saben que en verdad se van a morir.

Lamentablemente para todos, corremos el riesgo de morir desde que nacemos y es muy arrogante pensar que siempre tendrás tiempo para hacer todo aquello con lo que soñaste porque no importa que tan especial te sientas, todos iremos a parar al mismo hueco. El problema está que pareciera que a muchos les falta su Wake up call particular para enterarse. Al pisha de cai nunca le hizo falta porque nació con un maestro de más de mil años de sabiduría en su alma (como le odio por eso), y a mí, ya me la hicieron dos veces desde que vivo así que cada minuto de mi vida es tan especial como todos los billones que espero me queden por vivir.

Vivir es una decisión personal, morir no.

Con estos de los mineros que mantuvo al mundo entero con la mirada en Chile, país al que por cierto también tuve la suerte de conocer este año, recordé al chico con el que caminé hacia Las Cataratas, el motivo fue porque entre lo poco que han declarado a la prensa de lo que sintieron estando allá abajo sin saber si saldrían o no, manifestaron el deseo infinito de vivir de verdad si alguna vez lograban salir de ese infierno. Ellos, que todos los días arriesgaban sus vidas en un trabajo que pocos desean, ellos, que tenían la muerte pisándoles los talones a diario, ellos, precisamente ellos, no se habían dado cuenta que vivir es una decisión personal, morir no.

¿Necesitas quedar atrapado en una mina durante setenta días para saber que viniste aquí a vivir y a hacer de cada minuto lo mejor posible porque no sabes si será el último? ¿Cuál es la mina que necesitas en tu vida para darte cuenta?

Yo mientras, me voy a arreglar que hoy cumple años mi cuñado y queremos celebrarlo, celebrar la vida que es lo que vinimos hacer aquí.

Un beso para todos. Feliz Semana.


Wake up call: es una llamada telefónica que pides que te hagan en un momento específico para que te despierten, se hace normalmente cuando estás en un hotel.