Hoy, me siento muy latinoamericana
He tenido una semana y media mágica llena de sorpresas y cosas maravillosas que me ablandan el alma.
Justo el día en el que mi Gabo cumplía 80, me comí un pabellón criollo en su nombre y a su salud. Que sean 100 años, pero no de soledad sino de todo el amor que sentimos por ti, mi Gabo.
Hago una foto del pabellón, mi madre me mira como pensando a mi hija ahora sí que se le aflojó el tornillo ese que le quedaba fijo en su cabeza ¨ eso debe ser Europa y sus aires¨ aún así me quiere sin enterarse para qué intento tomarle foto a la comida que con tanto esmero ha cocinado para mí, si ella supiera, llevo meses soñando con su comida, su pabellón, sus arepas, su arroz con pollo, su carne en salsa, su quesillo y todo, todo lo rico que ella sólo sabe hacer como me gusta. Hoy me toca el hervido, desde la computadora huelo el aroma delicioso a plátano, ocumo, apio, calabacín, ñame, yuca, zanahoria,jojoto, carne sabrosa (pero escasa por estos lares) y otros ingredientes que como con mucho gusto, qué rico, no puedo esperar, ´Negro, le agregas cilantro y apio españa al final´ le grita mi mamá acostada en la cama a mi papá que está en la cocina, yo sigo escribiendo.
Mi padre cocina el hervido, a mi madre le han operado recientemente y él se encarga de todo hoy, ha estado toda la mañana picando los ingredientes, lo hace con una tranquilidad que asusta, me dice que cuando éramos pequeños él nos cocinaba bastante y es así, mi padre cocinaba muchas cosas al horno y las paellas, las paellas!!! le recuerdo en la cocina y le quiero más, por eso será que me encantan tanto los hombres que cocinan. Le tomo una foto, él se presta, no le importa, y es que me complacen por aquello que no me ven a diario y yo me aprovecho, lo lógico.
Camino mucho, salgo y descubro el sol, no ha llovido ni un día, me siento rara, sigo caminando y me bronceo, y lo veo todo, y paso por debajo de un árbol que sin esperarlo me regala un montón de sus hojas, me hace sentir Princesa, rodeada por un montón de hojas que danzan a mi alrededor y sobre mí, dándome la bienvenida, siento que me extrañaban, y cómo no hacerlo si te quiero tanto mi tierra!!!, y los grandes amores se extrañan, lo suyo.
Un pájarito de color amarillito y negro, inesperadamente se posa sobre mi mano, es pequeño y travieso, saltarín como mi corazón y me hace inmensamente feliz y sonrío, la señora que está sentada en el mismo banco me mira sin entender porque me rio, si supiera, mi alma está desbordada, no puedo hablar de tanta felicidad, y el cielo, es azul, azul, y las nubes pasan e intento ver que figuras me ofrecen ahora que soy grande, y descubro muchas de mi infancia, que no veía hace tiempo, quizás es porque me siento más niña que nunca, y acostada en esta hierba pienso en todo lo que te quiero mi país y agradezco una vez más por estar aquí. Respiro tu naturaleza.
Suena agua, pero no es lluvia, es un riachuelo que pasa cercano a mí, por allá alguien me grita ´MAMITA eso si está bello´, y anoto que es el piropo número 17 desde que estoy aquí, los llevo contados, no, no soy egocéntrica, es porque en Amsterdam de eso no tengo mucho, los holandeses, sí, son considerados primermundistas y tal, pero de allí a saber decir cosas a las mujeres, no, ¨nanai de la china¨ cómo que no, entonces los necesito los anoto y me los guardo para cuando me entre la nostalgia de piropos (porque me entra), es parte de mi cultura, no lo puedo evitar, así como necesito mis jugos naturales en el almuerzo, eso también los llevo contados van 15, piña, melocotón, patilla, parchita, guayaba, lechoza, durazno, fresa, pera... y espera (los anoto también para recordarme a mí misma que yo también los puedo hacer, estando allá, floja!)
Puse rostros a blogs, la vida hace que me encuentre con dos mujeres tan bellas, princesas y del alma: Mi Differ y Mi Norka, y al final me doy cuenta que conocer las caras detrás de blogs es algo tan inesperado como enriquecedor, especialmente porque son como escriben, en ellas todo es autenticidad. Nos encontramos para rendirle un tributo al Rey León maravilloso de La Differ, y lloro al ver de cerca todo aquello, pero estoy feliz, las tengo cerquita, hablo con ellas, son ellas, la vida es maravillosa. No puedo decir todo lo que siento, cómo puedes estar conectada así con alguien que no conoces?, no lo sé, pero es así. Como todas las cosas buenas, sin explicaciones, pura emoción. La madre de Differ es tan dulce, me robó el corazón.
Sí, estoy en Venezuela, sí, estoy en una nube. 32 grados, sin lluvia y con ganas de comerme al mundo, hoy, soy más latinoamericana que nunca.
De Peligro a Pele el Ojo (o como el venezolano usa refranes para explicar lo inexplicable) : ¨Viva Venezuela mi patria querida¨