26.5.09

La confianza

Yo creo en la gente que quiero. Pienso que son honestas y nunca pensaría que quisieran hacerme nada malo ni a mi, ni al resto.

Siempre he creído en la buena voluntad de los que quiero,sino fuera así no los consideraría parte del grupo de los que quiero.

Yo creo en la gente. Por lo general nunca pienso que alguien me hará algo malo sin motivos porque yo simplemente no lo haría.

Esa forma de pensar ha hecho que nunca tenga miedo a la gente ni a hacer amigos nuevos.

No creo en los amigos que se tiren dardos envenenados en su trato, ni en broma, porque considero que tus verdaderos panas nunca te harían daño, por eso si consigo a alguien que quiera hacerme daño sin motivos, no lo considero del grupo de los que quiero, simplemente intento mantenerle a raya. Porque no creo que alguien que se considere amigo ni en broma busque hacerme sentir mal.

Tampoco creo en la envidia. Y menos viniendo de la gente a la que quiero, si alguien que quiero tiene buenas nuevas, yo me alegro y me gusta que me lo cuenten porque la felicidad de ellos me contenta y mucho. Por eso cuento sin límites todas las cosas buenas que me suceden a los que considero que quiero y me quieren. Nunca pensaría que algo bueno mío les haga sentir eso que la gente llama envidia, nunca lo pensaría y por eso lo cuento todo.

Por eso mismo que creo en la gente es que esta idea que vi en Amsterdam me pareció genial y muy posible:

La foto fue tomada con mi teléfono por eso no tiene buena calidad.

Se trata de un sitio que han puesto donde puedes poner todas las cosas que encuentres en la calle para que el dueño pueda venir a recogerlas, los objetos van desde llaves hasta mochilas. En la mochila de la foto había incluso algo de dinero y cuando lo vi me quedé alucinada porque me pareció una idea excelente. Hablé con la mujer que tuvo esta idea tan buena y me dijo que la base de su invento era LA CONFIANZA, confiar en que la gente era honesta y siempre devolvería lo que se encontraba, que la gente por honesta no se llevaría nada que no fuera suyo (porque resulta que de este sitio te puedes llevarte lo que sea que encuentres porque sí, no tienes que probar si es tuyo o no) ella al preguntarle si creía que la idea iba a funcionar respondió algo con mucha lógica: "yo no me llevaría nada que no fuera mío, así que creo que mucha gente haría lo mismo que yo"

Hablando con un amigo español de la idea me comentó que el pensaba que eso en España no funcionaría, yo le dije que pensaba que la gente es gente en todos lados y que igual que creía en la honestidad de los holandeses, pues también creía en la de los españoles. No le convencí con la teoría que la holandesa que inventó esto me explicó, y en la que yo también creo, partir del principio de la honestidad propia que se multiplica en la de los demás.

Hace poco compré en una tienda aquí en Cádiz, me faltaban diez euros para completar el total de lo que me quería llevar, era tarde y no me daba tiempo de ir y volver a casa para buscar los diez euros que me faltaban, la señora me dijo que no importaba, que me lo llevara todo y otro día le pagaba, le dije que en verdad necesitaba lo que estaba comprando porque al día siguiente salía de viaje y lo necesitaba para el viaje, me dijo que me fuera tranquila y cuando volviera pues le pagara. Y así, me llevé todos los productos sin haberlos pagado todos. No pagué cuando volví, me acordé muchos días más tarde y cuando fui a pagarle la señora sólo me preguntó que tal me había ido en mi viaje. Confirmado. En todos lados hay gente que confía en el otro. Eso es bueno. Concluí que la idea de la holandesa definitivamente sí funcionaría en España, porque la señora que me ayudó es española y si hay una como ella entonces habrán muchos así multiplicados por allí.

Y para los venezolanos que piensen que estas cosas no pasarían en Venezuela, les cuento una anécdota, una vez el pisha de cai y yo nos fuimos a un pueblo en venezuela que tiene muchas islas cercanas, la gente que contratamos para el viaje por las islas nos llevó a una que no era la mejor de todas y además resultó ser la más turística, ese día conocimos a un viejito que tenía un peñero y era pescador, nos hicimos panas rápidamente y el señor nos dijo que él nos podía llevar a una isla mejor, le dijimos que no teníamos dinero con nosotros para pagarle ese viaje pero él nos dijo que no importaba, que él nos llevaba nos daba el paseo nos devolvía al puerto y que le pagaramos al día siguiente, el señor hizo su trabajo y nos llevó sin saber si nosotros, los que parecíamos amables con él, finalmente le pagaríamos o no. Al día siguiente al mediodía fuimos a buscarle a su peñero, como acordamos, al llegar nos abrazó con mucha alegría diciéndonos: "así mi mujer va a dejar de ser tan mal pensada con la gente, porque toda la noche me estuvo diciendo que ustedes no vendrían a pagarme y miren aquí están". Al salir de aquel pueblo me llevé una alegría enorme conmigo porque ese viejito confió en nosotros y pudimos demostrarle que, en esta vida, vale la pena confiar.

Un beso para todos.

15.5.09

No necesito que me hagas feliz

"No necesito que me hagas feliz sólo necesito que me dejes serlo".


Esta frase la escuché en una película que vi por primera vez hace pocos días, basada en la vida de Evelyn Ryan, se titula ¨The Prize Winner of Defiance, Ohio¨ en España han hecho una traducción resumida (muy resumida) ¨La ganadora¨. Sinceramente me gustó mucho la historia sobre la vida de esta señora que luchó toda su vida para, como diríamos en Venezuela, sacar adelante a sus diez hijos. Es de esas historias que te dejan el corazón contento, de esas donde en la vida cualquier problema se convierte en reto para superarlo de una manera mágica y maravillosa.

Creo que el porqué me gustó tanto se debe a mi propia experiencia de vida, tengo una Madre así, fuerte y creativa que cuando éramos chamos no nos dejaba ver los problemas como eran y en nuestra casa todo obstáculo se resolvía de una manera milagrosa. Para nosotros lo imposible simplemente no existía y por eso, quizás, soy tan fuerte hoy en día, porque gracias a ella y a la familia que me tocó, no veo ninguna pared en la vida y tampoco problemas, sólo soluciones.

La frase que titula mi post y las líneas que lo inician son el motivo por el cual me he sentido tan identificada por la historia que cuenta la película, porque resume muy bien como veo la vida, ya que se aplica a casi todo lo que me rodea. Es de alguna u otra forma la filosofía que mi madre me ha enseñado, ella siempre nos ha dejado ser felices, nunca ha cortado nuestras alas y, sobre todo, nos ha apoyado en todas las decisiones que hemos tomado sin emitir ningún juicio de valor. Es difícil lograr ser así, pero yo he intentado aplicar eso que aprendí con ella desde pequeña en casi todo lo que es importante en mi vida porque me parece la mejor forma para vivir. Incluyendo con mi pareja, yo no intento hacerle feliz, yo dejo que él mismo decida como serlo y le apoyo en todas sus decisiones , hasta ahora, nunca he frenado sus sueños (toco madera).

Si alguna vez llego a tener hijos, me he prometido a mí misma intentar ser como mi madre en ese sentido, sé que me será difícil porque no me imagino, por dar un ejemplo, que me digan que se van a ir a vivir al otro lado del mundo y yo les diga con una sonrisa en la boca lo mismo que me dijo mi madre a mí cuando le dije que me venía a Holanda a ver que tal me iba por estos lares (dejando un trabajo bueno en Venezuela y un futuro que en aquel momento se veía brillante): ¨hija, usted tiene que hacer en su vida todo lo que quiera hacer porque no quiero que llegue a viejita y no haya hecho todo lo que soñó por mi culpa, así que si quiere ir, vaya¨ A los pocos meses me ayudaba a empacar mi maleta con mucha ilusión por esa nueva etapa de mi vida.

Mientras más queremos a alguien más debemos permitir que sea feliz, porque la felicidad de ellos será la nuestra y no lo contrario. Eso me lo enseña mi mamá cada día. Y eso intento aplicar en mi día a día. Pero es un camino difícil que solo gente muy sabia como la madre que me parió ha recorrido sin dificultad.

Yo, por lo mismo que no quiero hacer feliz a nadie sino dejar que sean felices todos, no me atrevo a recomendarles la película, si quieren verla, pues excelente, sino pues también. Hagan lo que mejor crean, y yo mientras empaco porque a mí una ciudad muy bonita de Andalucía me espera este fin.

Se les quiere muchote.

5.5.09

Me reconcilia con el mundo

Puedo decir sin temor a equivocarme que mi vida reciente tiene un antes y un después.

Antes del nacimiento de mi sobrina y después del nacimiento de ella.

Hace año y medio no tenía ni idea del maravilloso milagro que es la vida de Victoria Eugenia.

Hoy, está, y me reconcilia con el mundo.







La miro y no me puedo creer que en tan poco tiempo esa niña tan hermosa bese la pantalla de la computadora (intentando besarme a mí) mientras conversa conmigo a través de la cámara y grite TATA y TATA sin parar de la emoción mientras baila porque le canto todas las canciones que me pide mientras hablamos.

Ella, me canta una canción que aprendió para deleitarnos a todos que babeamos ante su ternura.
Ella, cuenta del 1 al 10 de una manera tan bonita (mi mamá le enseñó a contar mientras subía los escalones del columpio en el parque).
Ella, sabe quien soy y donde estoy.
Ella, juega al escondite de una manera muy original usando la cámara de la computadora como cómplice (no hay distancia en su mundo, tampoco en el mío)
Ella, me pide que le muestre la playa desde mi balcón mientras me dice que la lleve a la playa (le digo que pronto)
Ella, es una bendición.

Victoria Eugenia me reconcilia con el mundo. Todo lo poco malo que pueda haber se convierte en menos malo ante su mirada y su amor. Un amor que prodiga gratuito a nosotros los que hemos tenido la suerte de que tocara en nuestra casa, en nuestras vidas.

Hace ya año y medio que mi sobrina nació y cada vez que me habla y me dice cosas bonitas se mete mi vida en su bolsillo, y yo tan feliz.

Cómo no sentirme afortunada al tenerla, mi sobrina, que cuando suena una llamada en la computadora sale corriendo a ver a mis padres para decirles : Tata llama!. Alguien que ya a su corta de vida me tiene presente siempre y sonríe cada vez que me ve para recordarme que el mundo no puede ser malo cuando ella está aquí.

(Mi sobrina cumplió un año y medio el 25 de abril)