3.12.08

Había llegado el día

Desde pequeña se dio cuenta que podía leer señales, cosas que le rodeaban y que le anunciaban eventos importantes.

Aprendió a estar siempre alerta.

Por eso le dijo NO a los 27 hombres que le propusieron matrimonio en ese pueblo donde solo quedaban 28 solteros. El cura, no contaba.
Las mujeres se hacían cruces a su paso, pensaban que solo alguien con un embrujo encima podría rechazar el Santo Matrimonio. Su Madre tenía los ojos secos de tanto llorarle a ella para que entrara en razón y a todos los santos para que obraran el milagro de casar a su hija con quien fuera. "Hija mía, qué harás en esta vida sino es casarte? Eres bella, todos se quieren casar contigo, hazlo por nosotros, por la honra de tu familia, di que sí, a cualquiera, tienes de donde escoger" esas palabras siempre seguían con apretón de la madre al rosario que llevaba en la mano desde que descubrió que no tenía ningún poder sobre su hija. "Si tu padre viviera, ahorita mismo estarías en el altar, diciendo sí quiero, te aprovechas porque soy una vieja débil y sin fuerzas para hacer lo que Dios y la Iglesia mandan, hacer de ti una mujer de bien, casándote"

Carmen no respondía nada a los llantos de su madre, sabía que tenía esa batalla ganada porque ya lo había visto en señales, nada ni nadie la obligaría a casarse con ninguno de esos 27, ninguno de ellos eran para ella. Lo sabía.

Pero se le hacía imposible hacérselo entender al resto del pueblo, ni menos a su familia, ni a sus amigas, por eso con los días todo el mundo decidió darle la espalda, y así pasaron los meses y luego los años. Carmen dejó de ser una niña en edad de casarse y pasó a ser una vieja solterona. En 1931, una mujer con más de treinta años, soltera, en un pueblecito latinoamericano de apenas 200 habitantes ya era una vieja solterona, lo quisiera o no.

Carmen nunca lo quiso, aunque le daba igual que la llamaran así.

Pero un día todo empezó a cambiar.

Al cumplir los 32 Carmen comenzó a ir casi todos los días a la única tienda del pueblo que vendía todo lo que una novia de ese pueblo soñaba, a la dueña le incomodaba su presencia porque ver a una vieja comprando cosas que son para jóvenes le molestaba mucho, hasta el día que vio un negocio rentable con Carmen que no solo elegía lo necesario para la boda y la casa, sino para sus futuros viajes alrededor del mundo. Lo tenía todo tan planeado que a la mujer de la tienda le daba un poco de lástima por esa vieja solterona que la locura le hacía soñar con matrimonio, bueno, no la suficiente para dejar de aprovecharse de ella porque al final, el cliente siempre tenía la razón y ella se encargaba de proveer todo lo que Carmen pedía, con su boca cerrada, porque en boca cerrada no entraban moscas, pero sí dinero.

Nada había cambiado en los últimos quince años, esos quince años que Carmen había tenido que escuchar cuchicheos en las esquinas, renunciar a amigas, a tardes de té y bordados, pero ella lo aguantaba todo porque sabía muy bien cual era su futuro, lo vio cuando tenía doce años, una noche de abril mientras se bañaba en el río, era una noche de luna llena, una de esas tantas noches que lograba escaparse de su madre y encontrarse con su vida, fue esa noche con la luna resplandeciendo sobre el agua que sintió un escalofrío y el río por primera vez le habló, habían pasado ya veinte años pero ella no lograba olvidar cada palabra, cada sentencia:" Niña, una noche de luna llena, dentro de veintiún abriles, él llegará, espéralo", Carmen se estremeció pero no dudó ni por un momento que eso, lo que decía el río, era lo que tenía qué hacer.

Y así lo hizo hasta aquella noche de abril, de luna llena, a sus 33 años. Caminó al río temblando, era el momento que llevaba esperando durante mucho tiempo. No tenía miedo a la oscuridad, ni a los ruidos de animales que en aquel monte se hacían más intensos. Ella caminó y caminó, sabiendo que allí, en el río, le esperaba su futuro, ese futuro que ya conocía desde el pasado.

Al llegar al río no vio nada, no se asustó, sus señales nunca fallaban, esta no sería la excepción, miró a un lado y a otro, nada. Decidió sentarse en la orilla del río a esperar. No le importaba esperar unas horas más cuando ya lo había hecho por tantos años. Se fijó en la luna y todo lo que el agua brillaba por ella, siguió su reflejo y gracias a ello notó algo que flotaba en el agua, "es él" gritó, y sin pensarlo dos veces se lanzó al río nadando hasta alcanzarle. Sacó fuerzas de donde pudo para arrastrarle de vuelta a la orilla mientras nadaba, lo logró. Le dio respiración boca a boca, lo que no consideró un primer beso, ese vendría después, el hombre volvió en sí y diciendo cosas en un idioma que Carmen no conocía arrancó de Carmen la primera sonrisa regalo de sus vidas. Ella le dijo que se calmara, estaba segura que él le entendía, le dijo que ya volvía con ayuda, que no se desesperara, que estaría bien. Carmen corrió lo más rápido que pudo, llegó a su casa y entrando en la habitación de su madre le dijo: " corre Madre, mi futuro esposo está herido y necesita que le ayudemos, busca toda la gente que puedas" , " de qué hablas hija, ahora sí que te me volviste loca mi hijita" dijo la madre, " no tengo tiempo para explicaciones, si buscas ayuda y me sigues al río te prometo que me caso", la madre de Carmen pensó que los caminos de Dios siempre son misteriosos y concluyó que quizás era aquel el milagro que tanto años llevaba pidiendo. Corrió a buscar ayuda y una vez todos juntos en el centro del pueblo decidieron seguir a Carmen hasta el río, muchos de los acompañantes iban a regañadientes, hasta que en la penumbra de la noche vieron a un hombre tirado a orillas del río, tal cual como lo había descrito Carmen.

"Es él" gritó Carmen, y a su madre el alma le volvió al cuerpo por primera vez en muchos años.

Y sí, era él, Henry Williams, un inglés aventurero y millonario que había venido a una latinoamérica para la que no estaba preparado, por ello había terminado grave en las aguas que le condujeron a Carmen, luego de que un grupo de piratas caribeños se hicieran dueños a la fuerza de su barco y algo de su dinero. Pero no le mataron. Todo lo contrario, le dieron la vida porque Henry encontró la vida con Carmen. Luego de meses de curas y mimos, se casaron.

Fue la mejor boda que hasta el día de hoy se recuerda en aquel pueblo.

Murieron viejitos, muy viejitos, rodeados de hijos, nietos y bisnietos a los que hicieron muy felices.

49 comments:

Alleta said...

Chica y tu como haces para escribir tan bonito???
Me gusto mucho la historia de Carmen!

Masmi said...

Que hermoso, como siempre!
Hay que esperar a las cosas en las que creemos, no hacer lo que se supone que "hay que hacer" y vivir toda la vida amargado.
Besitos

Capochoblog said...

Que historia tan bonita :)

Y a estas alturas del partido, hay gente que sigue negandose a las señales.

Besos!

Lena yau said...

jajaja!

Qué lindo, Ronqui!

Me encantó!

(Me recordó a la tierra...me vino el río Guarico en imagenes...com sus piscinas, los árboles de la vega...)

Precioso!

Besitos Partner Gurugú!

Gabiprog said...

Un hermoso cuento con un final que ilumina hasta el dia más gris!

Gracias!
:-)
Un beso.

Johana said...

El que cree en lo que quiere siempre lo tendra.
Una belleza de cuento.

TORO SALVAJE said...

Bonito cuento, suerte que lo acabaste tú así de bien.

Si lo hago yo mueren los dos ahogados...

Besos.

Rossy said...

Que bonita historia la de Carmen!

A veces hay que saber ver mas allá.

Besos, Waiting! :)

...flor deshilvanada said...

El secreto está en saber esparar y tener el convencimiento que eso va a suceder.

Precioso el cuento, Wait, quiero un final así en mi vida...

Un beso!

Genín said...

¡Preciosisimo! de verdad, he disfrutado como un enano leyéndolo.
Te has superado.
Muchas gracias.
Besos y salud

Anonymous said...

El mayor don de Carmen no era saber leer señales, sino tener fe en ellas y voluntad suficiente para no dejarse llevar por los demás.

marichuy said...

Queridísima Waiting

Que bueno es poder leer señales.

Besos y un fuerte abrazo.

Mis Girasoles y yo ... said...

Ay mi Waiting si escribes bonito, yo soy más solterona que Carmen porque soy mayor que ella, y las señales que me llegan son falsas... ya no creo en eso.

Besitos ♥ Feliz Navidad !

adelita said...

Me encantó tu bella sobrinita, me gustó la foto del mar de Cadiz,me atrapó el cuento.
Gracias por esos tres regalos.
Un beso
Adela

Maie said...

Muy linda la historia...

Catalina said...

jajajajajaja!

tan sabia Carmen!!!

tan hermosa historia Waiting!

ahhhhhhhhhhhh el amor... :)

besitos Waiting!!!!

Patricia Angulo said...

Decime que si, que esta historia es de verdad y me quedo todo el día contenta :))

Me gustó muchísimo, historia y el modo de ir llevando el relato.

Hay que estar atenta a las señales, si Godot, si.

Besos.

*Maru said...

Que bella la historia de Carmen... Para entrar en link con su Mama (sorry no tengo acentos), "Matrimonio y mortaja del cielo bajan"...
Besitos !

Miguel Pinto said...

¿Y si le hubiera hecho caso a su mamá? ¿Que sería del pobre William?

Estás perdidisima, bueno quiero decire a través de los medios de comunicación convencionales.

Abrazos

Anonymous said...

Te has superado. Es una historia muy buena.

Champy said...

Oye....

Yo no se tu a donde vas a llegar.

Y si volteamos los roles, tu escribes y yo produsco???

Mamacita te aventaste un 10 perfecto, mas perfecto que los de Nadia.

Te releo y te vulevo a releer para llorar a gusto.

LA CAÑA DE ESPAÑA said...

Ahora dime que tu tercer apellido es Willians y me matas... jejeje.
Un besote.

Lata said...

aaaah, qué bonito...
¿es cierto? -dime que sí, dime que sí.

Syl said...

Jo, qué bonita historia de amor (tardío en aquellos tiempos, pero amor al fin y al cabo)...

qué suerte tuvieron Carmen y Henry de encontrarse.

Besitos.

Fernando said...

la vida podía ser así...verdad?...besos.

Yolanda Fernández G. said...

Waiting, está bella la historia. Me encanta la suavidad que tiene tu prosa, es impecable.
Me encantó la historia de Carmen...el que espera con fe, siempre recibe regalos divinos.
Saludos.

Anonymous said...

Que placer poder leer esta historia!
Hermosa, bien relatada, atrapante!
Si, las señales están por todas partes, sólo es cuestión de saber interpretarlas.
Que tengan todos un muy buen día!

Angie said...

Que romántico...

Elier said...

Estas son las cosas que dejan la buena lectura y las ganas de hacer. Te quedó muy bueno este cuento y lo que a mi me gustan se le suma. Un gran abrazo desde Cocorote

Adriana said...

Me encanto esta historia - Girl Power version llano venezolano circa 1930?

=)

Muacatanes!!!

Guerrero said...

como en un cuento de hadas

saludos

Daniel Mercado said...

BOnito relato, felicidades.
Es agradable y de lectura ágil.
Un abrazo

Champy said...

regreso a seguir suspiarando con tu bella historia.

Oye, esa clase de dones, son hereditarios?

Si, estoy seguro que si, si aunado al don le sumas principios y rectitud.... sale un angelote.

La Gata Coqueta said...

Bella historia y que imaginación, tiene su majestad.

Carmen es una narración muy linda empiezas y no puedes parar, solo que los años ahorita ya son normales, los hijos viven tan bién que no quieren marchar ni a tiros, tienen un amigo para todo y a seguir.

Un abrazo.

· said...

Que bonita historia. Me quedé pensando en que las cosas son cuando tienen que ser y se dan cuando tienen que llegar.

te dejo un beso,

Anonymous said...

Que bien escrita la historia. Sentí el final un poco precipitado, pero vamos, todo lo demás está excelente, realmente se queda uno atrapado por la narración. Muchas felicidades.

La Gata Insomne said...

Que bien que estes narrando historias.
Yo me llamo Carmen, y alos 33 apareció en mi vida el más importante, ojalá la historia termine como la de ellos

sigue contando que lo haces muy bien

besos

Ernesto said...

muy bonita historia. en algunos aspectos me recuerda a alguien muy cercano de mi familia, jeje

Alyxandria Faderland said...

Pavada de señales tenia Carmen! Todo un rio que estaba de parte de una chica que queria vivir su vida, no la que le mandaban .

Martica said...

Lo importante en la vida es tener paciencia y esperar a pesar de lo que la gente murmure o diga.

Anonymous said...

k hermoso relato!estoy de acuerdo con Masmi,hay que ser fieles a nuestro corazón y no vivir la vida que otros esperan que llevemos,a veces es dificil pero me acuerdo de una frase de A. Gala: "al que está solo,siempre le queda la esperanza,el que estando acompañado sigue estando solo,sólo la desesperanza"....da que pensar,eh?
Un saludo!

mi said...

jajajajaj toro es una rata....
había leído esto hace días y JURARIA que había comentado :(

Que cuento tan lindo..♥

Un besito, mi Wait.

Anonymous said...

que claridad la de carmen ;)

Marianna Di Ferdinando said...

Mi Waiting!!!
Este ha sido mi regalo de Navidad ♥
Hermoso!!! Me encanta!!!
Te mando un millón de besos y amapuches!
TQMMM!!!

Anne said...

oooooooooooooooooooooooh
me encanto!

egamaga said...

Que bonito cuento.
Me gusto entrar en tu blog y encontrarme con este bello regalo.
Un saludote.
Maga

Tcalo said...

oye pobre carmen no era mejor que la voz le diera la direccion y los reales del pasaje para que llegara mas rapido? :D bromeo!, que el amor tiene maneras misteriosas, me recuerda la historia del alquimista donde las cosas buenas pasan gracias a las malas,
saludos!!!
t.

Miguel said...

Una historia de amor interminable
la forma aleatoria del amor, sus caprichos , su manera invencible de abrirse paso.Y el júbilo perfecto del final
Un fuerte abrazo

Pablo J said...

Que chévere tu historia, sobre todo porque Carmen se mantuvo firme, sin importar lo que dijeran ni su familia ni el resto del pueblo, eso es una tremenda virtud.

Me ha gustado el cuento...

Que tengas un muy feliz día ;)
Besos...