Las palabras son de aire

Y van al aire

Mis lágrimas son agua y van al mar.


Aprendí a bailar siendo una niña.

Una noche en la que mis Tías Blanca y Carmen (que en esa época vivían en casa de mis padres) pusieron un montón de música de salsa y merengue de esas que mueven hasta un muerto.

Les dije que quería aprender a bailar, mi cuerpo lo pedía a gritos, en la Venezuela de mi infancia los niños iban a las fiestas de los adultos casi siempre, y yo entre fiesta y fiesta, siempre desde una esquina, veía como todos se movían y quería formar parte de toda aquella magia que envuelve la buena música, soñaba el día que alguien en una fiesta me dijera: "quieres bailar conmigo" y yo dijera "claro que sí!!!".

Mis tías me dijeron que elegirían una canción que no fuera tan rápida y que les gustara mucho porque al fin y al cabo para todas las primeras veces hay que escoger bien con quién.

Y escogieron a Willie Colón y su Gitana.

Fue una noche maravillosa, con mis tías guiando mis pasos y donde Willie no dejaba de decir una y otra vez "Sin mirarte yo te miro, sin sentirte yo te siento, sin hablarte yo te hablo, sin quererte yo te quiero"

Desde ese día no paro de bailar.


De Peligro a Pele el Ojo (o de como el venezolano usa refranes para explicar lo inexplicable) : "a echar un pie "