Nadie se baña dos veces
"Nadie se baña dos veces en el mismo río", pensamiento profundo como sus aguas...
Así nos decía Joan Manuel Serrat durante su concierto en Cádiz. Aunque Serrat de una manera poco acertada decía que estas palabras provenían de china, cuando la verdad son de la autoría del filósofo griego Heráclito de Efeso. Al final hasta ese fallo se lo perdono a Serrat porque sus canciones llegan de una manera muy acertada al alma y porque en ese momento,esas palabras, independientemente que supiera de quiénes eran o no, me vinieron como anillo al dedo.
Y es que yo la última vez que vi a Serrat fue en Caracas y estuve durante todo el día, antes del concierto, recordando esos momentos, lo bien qué me lo pasé y las personas con las que estuve, el cuento es muy largo, pero lo resumo para que entiendan el porqué de toda la emoción que ese momento me produjo, aquella vez en Caracas, una de las personas que me acompañaba era un buen amigo, que a pesar de ser un chico muy atractivo y que estábamos juntos todo el tiempo, entre nosotros nunca hubo nada, de mi parte surgió una atracción de amistad, porque yo sí que creo en la amistad entre hombres y mujeres (y la defiendo a capa y espada) me reía muchísimo con él y en los años que duró nuestra amistad debo admitir que es una de las personas que mejor llegó a conocerme, a pesar de que éramos unos niños cuando nos conocimos, en la oficina donde trabajamos juntos siempre hubo muchos rumores, porque insisto, este chico era muy atractivo para muchas que no se llegaron a creer nunca que no me gustara. Qué cómo terminó la amistad? Pues aunque suene a lugar común fue así de simple, se casó con una chica que aunque muy linda era muy insegura y no soportó que su esposo tuviera amigas. Eso no lo concluí yo, que yo conclusiones saco muy pocas en la vida, eso me lo dijo él el día que se despidió de la vida del pisha de cai y la mía, nunca lo entendimos, pero lo respetamos. Le queríamos tanto (e incluyo al pisha de cai que llegó luego de mi amigo a mi vida y aún así llegó a quererle como hermano) que nos dolió mucho que todo terminara así, pero esa es la vida, nos guste o no.
Qué acertadas las palabras de Serrat ese día, luego de todo este tiempo le volvía a ver en Cádiz (ciudad en la que vivo y de la que no sabía su existencia en el último concierto al que fuí en Caracas) y sentía que aunque yo sigo pensando igual y sintiendo igual, la persona que le veía esta vez no se ha bañado dos veces en el mismo río de Serrat, muchas cosas han cambiado en mi vida (tiendo a pensar que no en mí) y en la vida del río llamado Serrat. Serrat nunca lo sabrá, pero ese momento y sus palabras han marcado tanto mi vida que nunca lo olvidaré.
Espero que la vida llene de mucha vida al río poeta Serrat, y que la próxima vez que vuelva a verle yo no haya perdido ningún amigo, sino que tenga un millón más, con o sin facebook.
Feliz fin de semana.