Manías!!!

El domingo por la noche asistí a un concierto en un club de jazz muy conocido de Amsterdam, el concierto era organizado por mi antigua escuela de música, a última hora de la tarde me había llamado uno de mis panas para ver si le acompañaba y sinceramente me la puso fácil, porque me ofrecía llevarme al sitio en auto, pagarme la entrada y las bebidas, así, quién puede decir no?

Cuando llegamos, vimos un montón de caras conocidas, la mayoría sorprendidos de verme nuevamente, pero de esa sorpresa que es de alegría, como cuando te reencuentras con un amigo de la infancia de esos que no has visto nunca más, y con solo verle vienen a ti todos los recuerdos ligados a tu niñez: las metras, el trompo, la cuerda, la patineta... (todas esas cosas que los niños pre play station tanto hicimos!). Así era la cara de ellos, y creo que la mía también, porque sinceramente me invadieron de felicidad...
En la Escuela de Música formé por más de dos años parte de un grupo de música latina, yo era una de las cantantes, y saben, las cantantes son siempre las niñas mimadas del grupo, a las que todos quieren (sí, en serio, es así, y lo sé porque a mi me consintieron por mucho tiempo!), y allí estaba yo, en ese club de jazz, asistiendo por primera vez a un concierto de mi banda, sin mi.

La niña mimada, ya no era tal, y tenía que enfrentarme por primera vez a eso, con toda esa presión, quizás por los nervios, quizás el reencuentro, no lo sé, pero por un momento empecé a sentirme un poco mal, como mareada, como enferma, y me asusté, a los pocos segundos pedí agua, y al intentar alcanzar el vaso, me di cuenta que a mi brazo le faltaba una pulsera, miré al otro y lo mismo, no llevaba ninguna pulsera, me sentí desnuda... Sí, desnuda!!! estaba en el Club de Jazz, vestida, pero me sentía desnuda, muy desnuda.

Tengo muchas manías, y las tengo desde que tengo memoria, no las enumero todas porsi me lee un psicólogo y me manda para su consulta!!!, pero una de ellas es que siempre, siempre, siempre, debo llevar una pulsera conmigo,sino, yo , no me siento yo. Es algo así como si mis super poderes no estuvieran conmigo si no tengo algo en mi muñeca, así sea una pulserita de papel, pero algo! Casi me desmayo... pero a los pocos segundos,como por arte de magia, apareció una mujer en el escenario, una luz con toques de amarillo, azul y rojo la iluminaban, era una mujer rubia y fantástica en todos los sentidos que esta palabra pueda tener, y para mi gran sorpresa comenzó a cantar algo de jazz, milagro! pensé, mi angustia por no tener una pulsera había desaparecido, no hay nada, pero nada de nada, que la música no pueda curar, y yo recibí una buena dosis a los pocos segundos de necesitarla.
Me olvidé de la pulsera, totalmente, y pude disfrutar hasta el final, vi a mi banda, sin mi, y aunque estuve a pocos segundos de tirarme al escenario y agarrar el micrófono para cantar los coros con ellos, me porté bien y sólo me dediqué a gritarles lo fabuloso que lo hacían y los grandiosos que eran!!!, me dedicaron una canción (allí me partieron en dos) pero con la dosis de música que la rubia me había dado, pude contener las lágrimas y al final nos dedicamos a brindar por nuestro futuro, conmigo o sin mi en la banda, pero futuro al fin.

Algunos dicen que eso de las manías se aprende con el tiempo, pero yo creo que es algo que llevamos dentro desde chiquiticos que nos indica, que esto si y aquello no, sino, vean la foto, la niña de azul con la pulsera en el brazo (ya a los 5 años!!! ) era yo, estoy segura que esa pose mía no habría salido igual en la foto sin esa pulsera, o quizás sí, si me hubieran cantado algo antes de tomarla!


De Peligro a Pele el Ojo (o como el venezolano usa refranes para explicar lo inexplicable) : A muchacho barrigón...