27.11.08

No nos olvidemos

De lo que realmente importa.

Sin importar que pase durante el día, en tu trabajo, en la calle...

No olvidemos lo que realmente importa.

Y yo no lo olvido, porque me lo recuerdan a diario.




Ayer recibí un email de mi hermana mayor, recordándome lo mucho que me quiere y contándome que cada vez que le pregunta a su hija (mi bella sobrina) y cito sus palabras textuales: ¨dónde está la tía Tata¨ (es decir, yo) mi sobrina la mira porque no me encuentra y mi hermana le dice para que lo aprenda rápido y me recuerde siempre:¨La tía Tata está en Cádiz¨

Lo que hace que mi sobrina responda lo aprendido a su manera: ¨Tádi, Tádi¨

Así señores, es oficial, vivo en Tádi, porque es donde esa Reina que es mi sobrina me tiene viviendo y babeando.

Son estas cosas maravillosas que recibo a diario por parte de mi familia, el pisha de cai, mis queridos amigos, las que hacen que no olvide nunca lo que realmente importa.

Y es por eso que, sin importar qué me pase en el día a día, siempre me ven con una sonrisa en la cara.

Tádi, Tádi!

Besos. Se les quiere muchote.

23.11.08

No permitas que nada te detenga

Ni menos se lo permitas a nadie.



Porque la nada es eso, la nada y nadie es eso, nadie.


Tu eres el único que cuenta, así que no te detengas.



(comparto la vista que me regala a diario el mar de Cádiz, ese mismo Mar que desde hace siglos no deja que nadie lo detenga, y allí está)


Besos para todos.

19.11.08

Soñé que llorabas por mí



Soñe que llorabas por mí.

Me sentí culpable.

Me desperté llorando también.

La vida no es lo que alguna vez prometimos. Es lo que alguna vez sentimos y dejamos de sentir

Hoy me desperté pensando en los amores vividos. Las promesas de amor eterno que no son cumplidas y los corazones rotos que dejamos en el camino.

Luis no era un chico cualquiera, era de esas personas que la gente suele llamar "buena gente". Estudiaba en la misma Universidad de María,siempre volvían de clases juntos en el Metro porque vivían muy cerca el uno del otro. Para María, Luis era un buen amigo.

Luis tenía a su vez un mejor amigo llamado José. José era de los chicos populares de la Universidad, María le consideraba también un buen amigo y muchas veces le parecía que José coqueteaba con ella aunque tampoco le daba mucha importancia porque María pensaba en los chicos de una manera distinta, ella creía en el amor a primera vista y luego de dos años de estudiar juntos si José no le había llenado el cuerpo de esas Mariposas que se sienten cuando estás enamorado, pues era porque José no era el hombre de su vida, así de simple.

Un día al volver de clases,
como era ya costumbre, Luis dejó a María en la puerta de su casa, se despidieron no sin antes hablar un poco del pesado de aquel profesor que pareciera tener un solo objetivo: quitarle el sueño a sus alumnos. Luis y María habían acordado que con ellos no lo lograría, así sonrieron y se despidieron hasta el día siguiente.

Luego de dos horas de haber llegado a casa, mientras María conversaba con su madre en la cocina de su casa escuchó el intercomunicador sonar, era Luis que quería verla. María se asustó, pensó que algo malo le había pasado y bajó rapidamente a su encuentro. A Luis le brillaban los ojos en la distancia, parecía como si hubiera llorado mucho, María le vio por primera vez fumando y notó también que le temblaban las manos, al llegar María Luis apagó el cigarrillo y con la voz entrecortada le dijo que quería confesarle algo muy importante.

Y así fue.

Luis abrió su corazón a María comenzó por relatarle el profundo amor que sentía por ella y como cada noche luego de que se despedían en la puerta de su casa a él se le llenaba el pecho de llanto y rabia por no poder decirle todo lo que la amaba, le habló de su sonrisa y de la luz que irradiaban sus ojos que le iluminaban la vida cada día, que él no podía vivir más sin ella y que necesitaba que ella lo supiera, que moría de verguenza al saber que quizás esa confesión le hundiría para siempre sino era correspondido pero que no podía seguir viviendo sin que ella supiera que toda su vida no tenía sentido si alguna vez ella no llegara a amarle.

María no supo que contestar. Salió corriendo y le dejó allí, en la puerta de su edificio, con las lágrimas contenidas y el alma rota.

Al día siguiente María no apareció por la Universidad, ni ese ni el día después, al tercer día resucitó entre las sábanas y decidió afrontar por primera vez en su vida la terrible situación de romper un corazón que le amaba, sin ella saberlo. María decidió hablar con José, el mejor amigo de Luis, pensó que José siendo el mejor amigo de Luis le asesoría como nadie la manera de seguir siendo amiga de Luis a pesar de no poder corresponderle en su amor. Y así hizo. María le contó todo a José, ignorando también que para él ella no era solo un simple coqueteo universitario, sino que sentía por ella el mismo amor que Luis le había confesado hacía pocos días. Cada palabra de María se clavaba en el pecho de José que se sintió traicionado por un amigo, Luis y él habían acordado que sería Luis quien acompañaría a casa cada noche a María para poco a poco conocerlo todo sobre ella y así ponerle el terreno fácil a José para llegar a María y enamorarla para siempre. No contaba José con el pequeño detalle que su mejor amigo también la amaba.

José le dijo a María que siguiera tratando de una manera normal a Luis que se olvidara lo que había pasado y con el tiempo ella vería que todo volvería a ser como antes. María siguió su consejo al pie de la letra. Pasaron los meses y poco a poco vio como la relación entre José y Luis nunca más fue la misma. Al final de la carrera José y Luis ya no se hablaban.

Un día, luego de dos años de graduados, María se encontró a Luis en un café de moda en la ciudad, se saludaron como los buenos amigos lo hacen y como la noche era larga, rindió para todo, desde beber algunas copas de más hasta para hacer algunas confesiones. Fue así como María se enteró del gran amor de José y de cómo Luis había disimulado delante de su amigo para no perder su amistad ni tampoco perderla a ella. "Yo sabía que aquella noche cuando te conté lo que sentía te perdería a ti y a él, pero el amor es tan grande, no conoce límites y es capaz de todo, lo siento por ti, por él, por mí".

Ese día fue a María a quien se le quebró el alma al descubrir luego de muchos años que había roto, sin querer, corazones y amistades de las buenas.

Así es la vida.

Hoy María piensa en ellos, en los amores y amistades que se quedan en el camino de este tren llamado vida.
Y espera que estén donde estén, sean muy felices, mucho.


Besitos para todos.


P.S.: Mi primera semana viviendo en Cádiz ha ido muy bien.

13.11.08

Escrito desde el pasado







Hoy 17 de Septiembre he comenzado a empacar mis cosas para llevármelas a Cádiz donde viviré por lo menos durante el próximo año.


Había decidido desde hace tiempo que lo primero que metería en la primera caja que me tocara llenar para la mudanza sería un libro de Gabo, me gusta hacer cosas simbólicas en momentos importantes y hace tiempo que tenía pensado que eso era lo que quería hacer. Desde hace dos días me rondaba por la cabeza que ese libro tenía que ser "Notas de Prensa 1980-1984", me sorprendió tener ese impulso precisamente por ese libro y como casi siempre hago, seguí mi corazonada, pude haber escogido otro que fuera más conocido, pero ese, justo las Notas de Prensa, fue el elegido. Al tomarlo en mi mano y abrirlo, encontré algo que me paralizó el corazón.

Era esto



Un poema que me había escrito la primera señora holandesa que conocí al llegar a vivir a Holanda. Nos hicimos grandes amigas, le agarré mucho cariño en poco tiempo (porque murió de una terrible enfermedad luego de dos años de estar viviendo aquí). Ella me enseñó mis primeras palabras en holandés y era la única persona (después del pisha de cai) que estaba convencida que yo aprendería bien el idioma y además que en este país sería muy feliz. Y así ha sido.

Este poema me lo escribió cuando yo todavía no hablaba muy bien holandés, de hecho ella murió sin haberme visto entablar una conversación fluida en este idioma que tanto se empeñó que yo aprendiera bien desde el principio. Si me hubiera visto ayer, dando un curso en su idioma, se habría sentido muy orgullosa de mí. Cuando me entregó este poema me dijo que lo guardara, porque un día yo podría leerlo y entenderlo perfectamente.

Ese poema quedó guardado en ese libro y mientras lo leía recordé algo que me puso el corazón aún más arrugadito, recordé que este libro fue un regalo de mi ex-jefa en la fiesta de despedida que me hicieron en Venezuela antes de irme a vivir a Holanda.

Fue un momento maravilloso. Para mí era como ver la llama olímpica pasar en el tiempo, sobre papel, de un libro que simboliza mi viaje de Venezuela a Holanda y con un poema que simboliza lo primero que amé en este país, a Mamá Walet, ella y sus palabras escritas para ser leídas en un futuro, que se van conmigo a la nueva ciudad donde viviré, Cádiz.

Estas palabras están escritas en el pasado y serán publicadas el día que oficialmente viva en Cádiz. Pueden esperar, las palabras y el amor del bueno, esperan siempre.


(el poema no es de su autoría y es a su vez una canción infantil holandesa muy popular)

6.11.08

Mi Nono con aroma a café

Hace un año estaba en Holanda y escribía sobre mi Nono, era su cumpleaños y recordaba con una sonrisa grandota en mi cara que nadie como él me sabe hacer café.

En febrero de este año cuando estuve en Venezuela, mi mamá, mi Nono y yo nos fuimos a hacer compras en el supermercado y mientras nos poníamos de acuerdo sobre el vino que queríamos comprar para una reunión familiar que tendríamos esa misma tarde, mi Nono me contó que uno de sus mayores sueños era hacer una fiesta para su cumpleaños donde estuvieran la mayoría de sus hijos, nietos y bisnietos, al final me mató con esas frases arruga corazones: ¨y que usted también venga a la fiesta mi chinita¨.

Su petición fue un pacto, lo sellé y me prometí a mi misma que pasara lo que pasara estaría con mi Nono este año el día 3 de Noviembre para su cumpleaños. Y así fue.

Mi abuelo, su sonrisa, su cara de felicidad mientras le cantábamos cumpleaños todos los hijos, nietos y bisnietos que habíamos venido para ese gran día (pude reunir a un gentío), eso es algo que no olvidaré jamás. Solo recordarlo me pone la piel de gallina y eso que fue hace pocos días.

He venido a Venezuela por tres motivos principales, el cumple de mi sobrina bella, el cumple de mi abuelo y el de mi hermana menor que es hoy (y que pensamos celebrarlo a lo grande como ella lo merece), he tenido unos días fabulosos rodeada de familia a la que amo (mucha familia, porque la mía es grande, gracias a Dios) y amigos (no he visto a tantos como quisiera pero es que los días no me alcanzan para todo lo que quiero hacer, me desquito a la vuelta!).

Me siento afortunada de poder estar aquí y haber logrado cumplir uno de los sueños de mi Nono que a los 84 años nos canta canciones y nos cuenta todas las historias de él y mi Nona Paulina cuando estaban recién casados, fue el día antes de su cumple que nos enteramos que mi Nono y mi Nona habían decidido al casarse tener una luna de miel que durara cuatro años y me decía que ese fue uno de los secretos de la felicidad que compartieron por tantos años (esa y que siempre la llevaba a bailar porque a ella le encantaba). Mi abuelo habla de mi Nona en presente porque según él mi abuela sigue viva, habla con ella y siempre le acompaña, sobre todo en los días en que se enferma, allí está ella para cuidarle. Si él me lo dice, yo se lo creo, porque al final todos sabemos que la gente muere sólo si nos olvidamos de ellos.

Aquí paro mi relato, con aroma de Café, como mi Nono, ahora salgo corriendo porque quiero comprarle una torta a mi hermana, digna de una princesa como es ella.

Besos para todos. Se les quiere mucho.